El Secreto Helado del Acero Inoxidable:
Tratamiento Subzero y su Impacto en la Calidad
En el mundo de la cuchillería y las herramientas de alto rendimiento, la calidad del acero es un factor crucial.
En Acero y Filo, lo sabemos bien, y por eso trabajamos con aceros de primera como el reconocido Böhler N690. Pero, ¿qué pasa después del tratamiento térmico convencional?
Aquí es donde entra en juego un proceso fascinante y a menudo subestimado:
El tratamiento subcero.
Imagina someter un acero ya templado a temperaturas extremadamente bajas, ¡mucho más frías que el punto de congelación! Este proceso, conocido como tratamiento subcero o criogénico, no es una simple moda, sino una técnica metalúrgica con beneficios tangibles que elevan las propiedades del acero inoxidable a un nuevo nivel.
¿Por qué someter el acero inoxidable al frío extremo?
Durante el temple, no toda la austenita (una forma cristalina del acero a alta temperatura) se transforma en martensita (la fase dura y resistente). La austenita retenida puede ser inestable y afectar negativamente las propiedades finales del acero, como su dureza, resistencia al desgaste y estabilidad dimensional.
El tratamiento subcero tiene como objetivo principal convertir la austenita retenida en martensita, completando la transformación microestructural. Al hacerlo, se consiguen varias ventajas significativas:
Aumento de la dureza: Una mayor proporción de martensita se traduce directamente en un acero más duro, lo que permite un filo más duradero y resistente al desgaste
- Mejora de la resistencia al desgaste: Una estructura martensítica más homogénea y fina ofrece una mayor resistencia a la abrasión y al deterioro superficial.
 
- Mayor tenacidad: Aunque pueda parecer contradictorio, un tratamiento subcero bien ejecutado puede incluso mejorar la tenacidad en algunos aceros, haciéndolos menos propensos a la fractura.
 
- Mejor resistencia a la corrosión: Al eliminar la austenita retenida, se reduce la posibilidad de puntos débiles donde la corrosión puede iniciarse más fácilmente.
 
- Mayor estabilidad dimensional: La transformación completa a martensita asegura una mayor estabilidad en las dimensiones de la pieza a lo largo del tiempo y bajo diferentes condiciones de uso.
 
El Böhler N690 y el Tratamiento Subcero: Una Combinación Ganadora en Acero y Filo
En Acero y Filo, apostamos por la excelencia, y el acero inoxidable Böhler N690 es un claro ejemplo de ello. Este acero austriaco de alta calidad es conocido por su excelente combinación de dureza, resistencia a la corrosión y buena capacidad de afilado.
Cuando el Böhler N690 se somete a un tratamiento subcero adecuado, sus ya impresionantes propiedades se ven potenciadas significativamente. El resultado es un acero con una dureza optimizada, una resistencia al desgaste superior y una durabilidad excepcional, ideal para herramientas de corte que deben rendir al máximo en las condiciones más exigentes.
En Acero y Filo, entendemos la importancia de cada etapa del proceso de fabricación. Por eso, ofrecemos productos elaborados con aceros de primera calidad como el Böhler N690, y donde el tratamiento subcero se aplica meticulosamente para garantizar un rendimiento superior y una vida útil prolongada.
¿Te animas a descubrir la diferencia que el tratamiento subcero marca en el acero inoxidable N690?.
El tratamiento subzero o criogénico en el acero inoxidable es un proceso que se realiza después del temple y antes del revenido. Consiste en enfriar el acero a temperaturas muy bajas, generalmente entre -70°C y -196°C, para completar la transformación de la austenita retenida en martensita.
Propósito del tratamiento subzero:
- Aumentar la dureza: La transformación de austenita en martensita incrementa la dureza del acero.
 
- Mejorar la resistencia al desgaste: Una microestructura con mayor cantidad de martensita proporciona mejor resistencia a la abrasión.
 
- Aumentar la estabilidad dimensional: La eliminación de la austenita retenida reduce los cambios dimensionales con el tiempo.
 
- Mejorar la resistencia a la corrosión: En algunos aceros inoxidables, el tratamiento subzero puede mejorar la resistencia a la corrosión.
 
- Aliviar tensiones: El proceso puede ayudar a reducir las tensiones internas generadas durante el temple.
 
Proceso típico del tratamiento subzero:
- Temple: El acero inoxidable se calienta a una temperatura austenítica y luego se enfría rápidamente (generalmente en aceite, agua o aire) para formar martensita.
 
- Enfriamiento subzero: Inmediatamente después del temple, la pieza se enfría gradualmente hasta la temperatura subzero deseada. Los medios de enfriamiento comunes incluyen:
 
- Hielo seco (aproximadamente -78°C)
 - Nitrógeno líquido (aproximadamente -196°C)
 - Refrigeradores mecánicos diseñados para bajas temperaturas.
 
- Mantenimiento: La pieza se mantiene a la temperatura subzero durante un tiempo determinado, que puede variar desde unas pocas horas hasta 24 horas o más, dependiendo del tamaño y la composición del acero.
 
- Calentamiento: La pieza se calienta lentamente a temperatura ambiente para evitar choques térmicos y la formación de grietas.
 
- Revenido: Finalmente, se realiza un revenido a una temperatura adecuada para reducir la fragilidad de la martensita y obtener las propiedades mecánicas finales deseadas.
 
Consideraciones para el acero inoxidable:
- No todos los aceros inoxidables se benefician del tratamiento subzero. Los aceros martensíticos y algunos aceros endurecibles por precipitación son los que generalmente responden mejor.
 
- Los aceros austeníticos generalmente no se someten a este tratamiento, ya que su microestructura estable a temperatura ambiente no se transforma significativamente a bajas temperaturas. Sin embargo, en algunos casos, se puede aplicar para estabilizar la martensita formada por deformación.
 
- Es crucial controlar la velocidad de enfriamiento y calentamiento para evitar la formación de tensiones y grietas en el material.
 
- El tiempo de mantenimiento a la temperatura subzero es importante para asegurar una transformación completa de la austenita retenida.
 
En resumen, el tratamiento subzero es un proceso adicional al tratamiento térmico convencional del acero inoxidable que puede mejorar significativamente sus propiedades mecánicas y su rendimiento en ciertas aplicaciones, especialmente en aceros martensíticos y endurecibles por precipitación.